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Quien gobierne a Venezuela debe conservar y mejorar las Comunas


Se que parece dura esa afirmación, pero si, creo que la Oposición debe empoderarse del concepto de Comuna, y desde ahí propiciar que las comunas que mal creo Chávez empiecen a moverse a las bien construidas que iremos optimizando.
Mi manera de propiciar esto, y de responder a mi compromiso social, a mis principios, que son, lo admito, bastante irreverentes, porque terminan con la destrucción del modelo democrático, por ejemplo, pasa por construir una Comuna Web en mi comunidad, Chuao.
Para eso tenemos un conjunto de tres plataformas que, por supuesto trabajan integradamente.
Dos son medios de comunicación por internet, la emisora de radio online y el periódico digital, y la tercera es un Directorio autogestionable.
Vamos a empezar por explicar el nuevo concepto de Comuna que proponemos, precisamente para “halar por los cachos” a las ya existentes, en la certeza de que desmontar ese Poder Popular es inviable.
Un poco de historia
La versión que me gusta creer empieza por retomar el modelo de comuna de la Francia previa a la Revolución francesa, cuando derrocan a la Monarquía.
Ese modelo nació de la inspiración de los mal llamados Utópicos o Anarquistas, en la Ilustración, que sostenían sus creencias en base a una fórmula que va a ser el centro de nuestras actividades: “todo se construye de abajo hacia arriba, el poder especialmente”.
Es lo contrario a como aquí se está haciendo actualmente, de arriba hacia abajo, emulando al modelo soviético de Lenin, comunista.
Las comunas no tienen que ser comunistas, es lo que intento demostrar.
La democracia es una trampa
Decía Saramago, y cada vez la veo precisamente como el modelo que nos perjudica, y mucho.
Cada vez entiendo mejor que es absurdo que sigamos asistiendo, como borregos, a las urnas, cada cinco años, para participar en unas elecciones de “líderes” que nos van “a gobernar” por otros cinco años. Ese es el poder de arriba hacia abajo en el que ya no creo.
Para casi todos nosotros es el único momento en que participamos del modelo democrático.
Mi propuesta pasa por la optimización de las Comunas existentes y hasta la conformación de muchas más, en todas las Urbanizaciones del país, de todas las clases sociales.
Es una forma interesante de “darle la vuelta a la tuerca”, de utilizar una fuerza positiva a favor, cuando parece en contra.
Es completamente absurdo esperar que esos políticos decidan por nosotros, cuando todos sabemos para que están ahí.
También es ridículo que el Poder Popular venga de arriba hacia abajo, incluso con un Ministerio para gobernarlas y con todos los Ministerios con ese nombre y las características jerárquicas que eso supone y todos conocemos.
Y cómo sería entonces?
Precisamente con nuestra participación en nuestras comunas, para que el poder vaya como debe ser, de abajo hacia arriba.
Claro, eso supone muchos cambios, en nuestras propias conductas, y en estructuras totalmente innovadoras, y en algunos casos demoledoras.
Todas las instituciones tendrían que renovarse, para adaptarse a esta fuerza, que ya no sería con las actuales jerarquías.
Y hablando de jerarquías, cada vez también veo que las grandes instituciones que nos dominan, creadas todas en la época feudal, son también madera para la hoguera que extinguirá a la Democracia, mal entendida como modelo ideal.
Me refiero en principio a la Monarquía, que debería ser abolida en todo el mundo, para ser coherente con la revisión del poder de abajo hacia arriba.
Luego seguiríamos con las demás jerarquías, que se consolidaron en la era feudal y fueron creciendo en la Edad Media para fortalecerse en toda nuestra historia capitalista.
Al lado de esos reyes siempre aparecen los curas y los militares, otras dos instituciones que deberían tender a desaparecer. Las Iglesias y los Ejércitos hacen más daño que bien a nuestra sociedad.
Son cambios radicales, lo sé, porque se trata de romper viejos y ajenos guiones que no nos hacen mejores personas ni dejar una sociedad más solidaria, justa y coherente que la que ahora tenemos.

Se trata de dar la vuelta al embudo, y eso duele.


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