Aprendizajes anarquistas del Poder popular y del Estado

Revendedor en Petare, Miranda.

Aprendizajes Grupos Anarquistas del Poder Popular - GAPP

 ¿Cual es el peso político del Poder `Popular anarquista mal llamado "Bachaqueros"? 

Para comenzar esta reflexión, los invitamos a hacer un ejercicio de sentido común, nos parece que son las minorías del pueblo venezolano, pues estos grupos anárquicos que se han empoderado del derecho en primera instancia a vaciar las estanterías del comercio minorista para vender alimentos y productos de higiene personal hasta diez veces por encima de su precio, han logrado producir ganancias usureras realmente sorprendentes ante la mirada en un principio indiferente de la sociedad civil y las autoridades gubernamentales. 

Si ese Poder Popular votó el seis de diciembre 2015 tendría que ser por el oficialismo, de lo contrario sería hacerse harakiri pues ya no podrían jugar a la dinámica de la Economía Distributiva como torpemente lo hacen, y eso es una verdadera lastima para la nación. 

Es sorprendente como los grupos sociales organizados "Por el Bien de Todos" pueden hacer por el desarrollo de un pais, en contraste con las experiencias de los GAPP que sin duda son una desviación del modelo socio-económico propuesto por la revolución.

[info title="Reflexión" icon="info-circle"]Tan solo imaginemos que todo ese empeño y coraje de estos GAPP esten al servicio del incremento sostenido de la producción nacional de alimentos, bienes y servicios!. A simple vista es un problema de educación (capacitación/empoderamiento) y apertura de oportunidades para el emprendimiento.[/info]
Lo que en principio parecía una actividad insignificante ha devenido en una crisis de escasez debido al acaparamiento y la usura, es entonces cuando el pueblo indignado dio su voto castigo a la revolución chavista, esta reflexión parece coherente con los resultados electorales del seis de diciembre del dos mil quince y significa entonces que la gran mayoría de los venezolano son gente decente, trabajadora, honesta. 

Más aún, significa que la política del Estado y la respuesta contundente hacia los anarquistas del Poder popular ha sido tardía e ineficiente, aun a estas alturas el Estado Venezolano no ha aprendido cómo abordar este problema, por ejemplo: enviar una reducida brigada de agentes de seguridad de unos 10 integrantes a disuadir a un grupo de quinientos anarquistas del Poder Popular organizados para no aceptar la orden de la autoridad es simplemente una muy mala estrategia y eso aun está pasando en diferentes lugares del país. 

A estas alturas de los aprendizajes, se hace necesario elaborar una estrategia agresiva hacia estos grupos anárquicos del Poder Popular recogerlos y llevarlos a campos universitarios militares (como reclutas) donde reciban un tratamiento médico en primer lugar para verificar el estado de salud mental de estos “Seres Humanos”, y luego someterlos por el tiempo que sea necesario (varios meses) a una terapia de rejuvenecimiento cultural dictada por especialistas en la materia, psicólogos, entrenadores, políticos, etc. donde se les explique el daño económico que están haciendo a la nación. Serán miles de “Seres Humanos” que estarán ocupados en actividades educativas con un traje azul o rojo y no naranja. 

Para el Estado Venezolano será una oportunidad de dar un tratamiento preferencial y muy especializado a estos grupos anárquicos del Poder Popular y así liberar los espacios de los mercados de estos mal llamados indeseables, lo cual nos parece incorrecto y peligroso. 

Tenemos que hacer un ejercicio de empatía con estos grupos sociales anárquicos del Poder Popular, y es esa la razón por la cual hay que hacerles exámenes de su estado de salud, podrían estar enfermos de irracionalidad capitalista. Sería fantástico llamar a Pepe Mujica para que venga a cada campo de concentración a darles un sermón político de “¿cómo vivir feliz liviano de equipaje?”, donde la ansiedad por el dinero sea tratada clínica y emocionalmente. 

Será para el Estado Venezolano más económico emprender esta Política Pública de tratamiento especializado y humanista a estos Grupos Anarquistas del Poder Popular que seguir imponiendo a la población decente de este país y que son las mayorías a la reventa inhumana de hasta diez veces los precios de los productos de la cesta alimentaria. 

Hagamos de la crisis una oportunidad para crecer como sociedad, creando cultura, y esta tarea pasa por la educación en valores, la ética y la moral.  Estamos ante un gran oportunidad y las universidades deben comprometerse con esta tarea junto a los agentes de seguridad y las fuerzas públicas.

En este último aspecto cabe destacar que, si algún grupo debe proteger su alta moral son las mismas autoridades de la seguridad del Estado, es un mal ejemplo el que se dá a la opinión pública cuando un agente de seguridad saca provecho de su estatus para hacer compras privilegiadas. 

Finalmente, podemos decir desde nuestra visión de país, que la culpa de la crisis venezolana no pertenece a un solo actor de la sociedad, la culpa es de todos los actores, cada uno tiene su cuota de responsabilidad y hay que asumirla, el Estado debe hacer lo correcto y el resto de los actores también, en este caso nos referimos obviamente a las mayorías, en especial a esas mayorías que dieron el voto castigo a la revolución, esa mayoría decente de este país.

 Le dejamos esta pregunta para la reflexión: ¿Cuánto bienestar social podemos recuperar al poner control sobre los grupos anarquistas del Poder Popular?